KARLA GUINEA

Testimonio Samuel

En esta sanación se ha mantenido el nombre del niño sin revelar, ya que los padres así lo solicitaron. Aquí les dejo el testimonio escrito por ellos:
 

A la edad de 9 años mi hijo jugaba fútbol soccer y en un partido fue lesionado.  El diagnóstico fue fisura en la rodilla. Tuvo que usar una prótesis por un mes para posteriormente hacer una nueva valoración, puesto que, si esta opción no funcionaba, existía una alta probabilidad de ser intervenido quirúrgicamente.

Después de un tiempo, antes de los 30 días, mi hijo iba presentando mejoría al tiempo que disminuía el dolor, pero aún no estaba rehabilitado ni dado de alta en su totalidad.

En ese mismo tiempo asiste al cumpleaños de la hija de Karla con la recomendación de tener cuidado con su rodilla, cosa que, para un niño de 9 años, es muy difícil de cumplir.

Ya en la fiesta los niños disfrutaban corriendo alrededor de la alberca y mi hijo se resbaló golpeándose de nuevo la rodilla. Fue un dolor doblemente sufrido, pues justo fue en el lugar donde se había lastimado con anterioridad y mi hijo no podía levantarse. Con mucha dificultad él se puso de pie, renqueaba y lloraba, pues le dolía caminar. Por un momento me vi de nuevo en hospitales, con doctores, intervenciones,

rehabilitación.

Karla se percató de lo sucedido y acudió presuroso a donde nos encontrábamos, puso sus manos sobre la rodilla de mi hijo. Pidió apoyo a sus Maestros y todo el dolor cesó e incluso su rodilla se acomodó.

Para mí fue algo impactante. Estaba con muchas emociones encontradas: asombro, agradecimiento e incredulidad.

Después mi hijo pudo seguir ese día y los demás sin ninguna complicación.

Agradecemos infinitamente a Karla por su apoyo y disposición incondicionales y amorosos para el bienestar de nuestro hijo.

 Esto fue en el año 2014.