En un mundo lleno de estrés, responsabilidades y constantes desafíos, es común sentir que...
Con potentes antivirales, antibióticos, antiinflamatorios y anticancerígenos compuestos, las hojas verdes como col rizada, mache, kale, lechuga romana y las acelgas son inmensamente nutritivas. Están llenos de vitaminas A, E y complejo B, junto con minerales como hierro, calcio, magnesio, selenio y zinc. Contienen los ocho aminoácidos esenciales y tienen más vitamina C que una naranja.
También son excepcionalmente ricos en vitamina K y ácidos grasos omega-3, que son fácilmente absorbidos por el cuerpo porque están basados en plantas. Omega-3 es vital para trastornos neurológicos y salud cardiovascular. Las hojas verdes son también una fuente fenomenal de ácido fólico, que es un nutriente esencial para las mujeres en edad fértil.
Desintoxicación
Lleno de fitoquímicos llamados glucosinolatos, los vegetales de hojas verdes son un excelente alimento desintoxicante que ayuda a purificar células, tejidos y órganos en el cuerpo.
Mejor visión
Con un contenido increíblemente alto de vitamina A, son increíbles para la vista y los problemas de ojos, que incluyen degeneración macular relacionada con la edad, visión borrosa, debilidad visión nocturna y ojos secos y con picazón.
Sedante natural
Las hojas verdes contienen propiedades sedantes que relajan los nervios y calman el cuerpo. Pueden ayudar a prevenir pesadillas y brindar apoyo para una buena noche de sueño.
La salud ósea
Las hojas verdes son esenciales para la salud ósea. Ayudan a prevenir la rotura, fracturas y osteoporosis. Con su alto contenido de silicio, los vegetales de hojas verdes pueden ayudar a reparar articulaciones, huesos, arterias y tejidos conectivos.
Regulación de azúcar en la sangre
Las hojas verdes también contienen un compuesto llamado ácido siríngico, que ha sido demostrado para ayudar a regular los niveles de azúcar en la sangre en el cuerpo, por lo que es un alimento ideal para personas con diabetes o problemas de azúcar en la sangre.
Puede ayudar a sanar: diabetes tipo 2, cáncer, fibromialgia, artritis reumatoide, sinusitis crónica, síndrome de fatiga crónica, EPOC, hemorroides, estreñimiento, presión arterial alta, degeneración macular relacionada con la edad, infecciones crónicas, enfermedades del corazón, asma, anemia, enfermedad de Alzheimer, lupus, esclerosis múltiple, miocardiopatía, enfermedad de Lyme, síndrome del intestino irritable, cálculos renales, dolor en las articulaciones y depresión.
Otros beneficios potenciales: pueden ayudar a prevenir la artritis, la anemia, la osteoporosis, y asma, así como numerosos trastornos inmunes relacionados. Reduce inflamación, ayuda a mantener una función cognitiva saludable y ayuda con pérdida de peso.
Altamente beneficioso para la salud de los ojos y la piel. Ayuda a prevenir la degeneración. enfermedades como enfermedades del corazón, diabetes, prostatitis y enfermedades neurológicas. Ayuda con trastornos cognitivos tales como niebla cerebral y pérdida de memoria. Es útil en la prevención de estómago, colon, mama, ovario, cuello uterino, pulmón, cánceres de piel, hígado y próstata. Puede ayudar a reducir significativamente el colesterol.
Ayuda con problemas de sueño.
Consejo de curación: Elija verduras de hoja orgánica siempre que sea posible. Para conseguir más calcio que un vaso de leche, haga un batido mezclando una cabeza de romana con dos naranjas. También puedes hacer un batido con plátanos, arándanos, lechuga romana y un poco de agua de coco para obtener energía y aumentar proteínas.
Consejo sabroso: más allá de las ensaladas, la lechuga romana es una excelente crujiente base para todas sus fijaciones. Prueba rellenar hojas enteras con guacamole, salsa, y germinados. Come como un taco.
Receta Curativa:
Sopa de espinacas crudas
Ingredientes:
• 1 pinta de tomates uva (o 3 tomates ciruela)
• 1 bolsa de espinacas tiernas (o 1 manojo de espinacas de hoja)
• 1 tallo de apio
• 1 diente de ajo pequeño
• 2 naranjas o mandarinas exprimidas
• 1-2 hojas de albahaca, o unas ramitas de cilantro
Instrucciones:
Coloque el apio, los tomates, el jugo de la naranja, hierbas y ajo en procesador de alimentos o licuadora y mezcla. Agregue las espinacas un puñado a la vez hasta que espese y cremoso. Cuantas más espinacas añadas, más espesa y más cremoso se pone.
Esta sopa no tiene grasa y está repleta de nutrientes.
Fuente: Medical Medium
