KARLA GUINEA

Cuando hacemos una limpieza en nuestro cuerpo para eliminar toxinas o vamos a una sesión de sanación, lo que siempre esperamos es que después de esto nos sintamos perfectamente bien, queremos que todo mal desaparezca mágicamente, y a veces sucede, pero en algunas ocasiones, el cuerpo lleva tanto tiempo intoxicado física o emocionalmente que necesita depurar y liberarse.

Así entonces tenemos las llamadas “crisis curativas“o desintoxicaciones. Estas son reacciones que produce el cuerpo después de un tratamiento, ya sea natural o energético (holístico). Los síntomas que se pudieran presentar llegan a ser molestos lo cual da lugar a que sean malinterpretados, pero lo que realmente está sucediendo es que el cuerpo está sacando toda la basura que tiene adentro. Una crisis curativa siempre será una buena señal dentro de todo este proceso de mejorar la salud.

Al haber limpiado y desintoxicado nuestro cuerpo lo más recomendable es hacer un cambio en la alimentación por productos de alta calidad y sin tantos conservadores, porque si volvemos o continuamos con la misma rutina y hábitos anteriores lo único que sucederá es que nuevamente tengamos basura en nuestro cuerpo y necesitemos de otra desintoxicación.

Con el cambio de alimentación se van a formar nuevos tejidos, mucho más sanos. Existe una inteligencia a nivel celular en donde van detectando nuevos materiales de construcción para fortalecerse y poder trabajar de una manera mejor. Se empiezan a limpiar todos los órganos y sistemas, toda la basura es mandada a través de los intestinos para que pueda ser eliminada.

Imagínate cuánta bilis podemos limpiar del hígado, cuánta basura hay en las arterias y venas, en el cerebro, cuántos depósitos hay en las articulaciones, cuantos químicos y conservadores tienen los alimentos de baja vibración, y las medicinas; y qué lo único que han hecho es que tengamos una vida muy limitante.

Los síntomas en una crisis curativa pueden variar mucho y dependen de cada persona, algunos pueden ser: dolores de cabeza, cansancio, erupciones en la piel, estreñimiento, diarrea, orina frecuente, nerviosismo, irritabilidad, depresión, fiebre repentina, síntomas como resfriado o sencillamente se agudizan las molestias de algún padecimiento.

Es posible que las molestias se acentúen en órganos o sistemas más débiles. Una crisis curativa puede llegar a durar 10 días o más dependiendo de qué tan intoxicado haya estado el cuerpo. Esto de verdad debería de alegrarte porque estás pagando un costo bajo por todas las toxinas que han estado en tu cuerpo por largo tiempo y que la factura podría ser algún otro padecimiento o alguna enfermedad degenerativa.

Lo que yo he visto en las sesiones de sanación es que a medida que el cuerpo va ganando fuerza y más descanse el sistema digestivo, por medio de la alimentación, se va a aliviar muy pronto y la crisis curativa será una gran bendición en tu vida.

Recuerda que el cuerpo está rejuveneciendo, haciéndose más saludable porque estás arrojando más y más desechos que te habrían producido dolor, enfermedad y sufrimiento. Es importante que entendamos que todo este proceso implica para el organismo un esfuerzo especial por regenerarse, aunque los síntomas pueden ser desagradables.

Uno de los ingredientes principales es la constancia y la confianza, además de que colaboremos en todos estos procesos naturales del cuerpo. Darnos a nosotros mismos la oportunidad de experimentar lo que significa una buena salud, así que iniciemos eliminando de la dieta productos nocivos y sustitúyelos por alimentos frescos y sanos.