En ocasiones tenemos síntomas y no sabemos de dónde vienen o por qué; pero las energías se están moviendo mucho más rápido en estos días, y todos estamos recibiendo esa Luz que nos va a llevar a la transformación. Esa Luz se expresa y nuestro cuerpo reacciona para poder liberar. Estás frecuencias de Luz, a las cuales no estamos acostumbrados, debemos reconocerlas y soltarlas, por lo tanto, no darles mucha atención si no dejar hagan lo que tienen que hacer.
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Vértigos en todo el cuerpo.
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Vibraciones sobre la cabeza (se pudieran llegar a sentir como leves dolores de cabeza a la altura de las sienes).
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Sensación de carga en la parte posterior del cuello, hombros, brazos y manos, sensación de energía densa.
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Sensibilidad o malestar en la columna vertebral (más si anteriormente ha habido problemas).
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Sistema digestivo (reaccionando).
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Sensibilidad en la piel.
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Presión en el área del corazón.
Para ayudar a este proceso, deja correr el agua por todo tu cuerpo, durante el baño, sintiendo cómo esa Luz va sacando por pies; y a su vez, recibes toda la energía nueva por cabeza, entrando y fluyendo por los canales del cuerpo.
Otra opción es dar un paso hacia un lado y salir:
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Del ruido del mundo.
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Salir de la baja autoestima.
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Salir de la división y entrar en la Unidad.
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Conectar con el Ser y con los propios sentimientos.
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Conectar con el propio Humano Universal que hay en cada uno.
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Conectar con el propio Yo Divino y envolverse de Amor.
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Integrar la dualidad y encontrar el camino para amar quien realmente somos.
Cuando no encontremos a nosotros mismos, el poder se despertará.