En un mundo lleno de estrés, responsabilidades y constantes desafíos, es común sentir que...
Los libros han sido parte de nuestra vida cotidiana desde hace miles y millones de años, así es, ¡millones de años! Han evolucionado con el tiempo, y ahora podemos tener libros electrónicos, ¡con un solo clic! Especialmente tenemos libros que no podemos observar con nuestros ojos físicos porque se encuentran dentro de un espacio multidimensional, dentro de una memoria universal. En estos podemos encontrar toda la historia del Universo, abarcando prácticamente todo lo que existe; y, además, las experiencias de cada una de las almas. Estoy hablando del Libro de la Vida, en otras culturas también conocido como Libro del Alma, Memoria de la Mente Universal, Archivos Cósmicos, entre otros. Te preguntarás ¿qué es esto? ¿Cómo que tengo un libro de vida? ¿En dónde está? ¿Por qué no puedo verlo con mis ojos físicos?
Este libro contiene todos los registros de vidas pasadas, presentes y futuras. Cada alma posee un potencial dentro de su evolución, y aquí es en donde está plasmada cada experiencia, cada aprendizaje, lección, corrección, así como cada una de nuestras acciones. Seguramente has oído hablar de él bajo el nombre de Registros Akáshicos.
Nosotros somos autores de este libro; lo vamos escribiendo día a día, en cada página, con momentos, recuerdos, aprendizajes, anécdotas y mucho más. Imaginen un diario en donde cada noche escribimos lo que hicimos y lo que no hicimos, si reaccionamos o no, si avanzamos o retrocedimos; además puedes colocar fotografía, mmm… Este libro luce espectacular. Puede tener muchos capítulos escritos y también muchas hojas en blanco.
Y yo les pregunto ¿podemos borrarlo? ¿Está escrito con pluma o con lápiz? ¿Yo escribí todo? o ¿alguien más puede escribir en él? ¿Qué hago si algo que hice lo quiero cambiar?
Les recuerdo que antes de llegar a este mundo físico, comenzamos a planear todo lo que tenemos o queremos hacer, aprender y experimentar; somos almas en continua evolución. Escogemos a nuestros padres, en qué familia vamos a estar, con quién nos vamos a casar y si vamos a tener hijos. Cada personaje de este texto tiene un rol, y lo único que debe importarnos es que son ayudantes en el proceso de vida, de la nuestra.
Indiscutiblemente, lo que elijamos para crecer en esta vida, se convertirá en el contenido principal de nuestro gran tesoro: El Libro de Vida, por lo tanto, somos autores de nuestra propia vida.
Ya sea que queramos aprender del amor, del respeto, la solidaridad, la honestidad, el compromiso, la justicia y muchos valores más, o a lo mejor experimentar una vez más la vida como ser humano, tenemos lo que yo llamo “los inyectores”, cosas tan particulares que solo se viven en un cuerpo humano ¿Qué es esto? Es aquello que inyecta pasión y sentido de libertad a la vida. Por ejemplo, cuando encuentras algo que realmente te apasiona, algo que hace que tu corazón lata a mil por hora, eso que te hace sentir plenitud y gozo, en donde la adrenalina corre por todos los neurotransmisores, es ahí donde podemos sentir que estamos vivos, que somos seres humanos. En contraste un ángel, una alma trascendida, un Maestro de Luz no come, no bebe, no duerme, no puede manejar un auto, no puede tirarse de un paracaídas y sentir la gravedad, etc. Pero para nosotros hay muchas cosas que venimos a experimentar quizá una vez más. Menciono varios: el amor incondicional, el perdón, la amistad. Sin embargo, así como esto hermoso es parte de la esencia del ser humano, también lo es la guerra, el control, el enojo, la ira, la tristeza, el poder… solo que estos están controlados por el ego.
El ego —se ha mencionado en múltiples ocasiones— es una gran prueba para todos nosotros, y no es fácil lidiar con él. Nos mantiene en un papel de víctimas, encarcelados en una celda con creencias limitantes, compartimentos programados; no nos deja ver la verdad más profunda de lo que elegimos como almas. Pero este Libro de la Vida es nuestra responsabilidad. Podemos tener una transformación real en donde la conciencia hace la diferencia y entonces podemos reescribir Nuestro Libro, borrar y corregir. ¿De verdad podemos? La respuesta es ¡Sí!, por eso se nos dio el arrepentimiento, la rectificación, y se nos dan infinidad de oportunidades y herramientas para cambiar, para elevar nuestra conciencia, para ser mejores seres humanos. Y además, igual que en una computadora, podemos arrojar a la basura todo lo que no queremos y después borrarlo, sin que quede registro alguno. Pero para ello debemos abrir nuestro corazón y conectar nuevamente con la Luz.
Tu legado —no habrás de olvidarlo— es tu libro; y dependiendo de cómo actúes en esta vida, será lo que dejes para la próxima; el resultado, pues, está en tus manos. Toma plena conciencia de ello y responsabilízate de tu obra maestra, tu propia vida.
EDICIÓN Y CORRECCIÓN DE ESTILO: LYDIA FLORES ACUÑA
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