Armonía Cuerpo y Alma Parte 1

El alma es nuestra esencia como seres humanos, el cuerpo es el vehículo o el cascarón que transporta o guarda al alma. Cuando hablamos de armonía entre estos dos, nos estamos refiriendo a que nuestro cuerpo está saludable físicamente y nuestra alma se encuentra en paz y en conexión con la Luz Divina.
 
Pero ¿qué es lo que determina que nos encontremos en equilibrio o desequilibrio entre el cuerpo y el alma? Nuestra conciencia. La conciencia es una semilla. Y el resultado de mi conciencia, el fruto, se manifiesta en la realidad que vivo.  
 
Como seres humanos, todos y cada uno de nosotros, hemos tenido alguna enfermedad o situación negativa en nuestras vidas, y esto sucede porque me desconecto de la Luz, de la Fuente Original. Y ¿qué puedo hacer para ganarme la Luz que en algún momento perdí? 
 
Cuando nos enfermamos, normalmente atacamos la situación a partir del efecto o el resultado: tengo gripa, entonces me tomó medicamentos para quitarme todo el malestar físico; corro con el doctor para que él me quite esta situación; culpamos a las demás personas por lo que nos está sucediendo, pero realmente no estamos sanando en su totalidad. 
 
Para esto quiero explicarles la gran diferencia entre curar y sanar. Pero primero les voy a decir que la tendencia natural del cuerpo es recibir, ¿qué quiere decir esto?: tener confort, recibir placer, obtener comodidad, etc. Y, por otro lado, la tendencia natural del alma es: dar. 
Entonces la definición de “curar” es solo cuando nos enfocamos en la parte física y los síntomas. Cuando hablamos de “sanar” significa que estamos también involucrando, en este proceso de sanación, al origen, a la raíz o la semilla del padecimiento o situación. 
Cuántas veces hemos escuchado que tener salud significa: comer bien, hacer ejercicio, no fumar, no tomar y que, si haces todo esto, lo que vas a tener es salud. ¿Cuántas veces has sabido de alguien que tiene una vida excelente, come saludablemente, hace ejercicio, no fuma, no toma… y, sin embargo, repentinamente tiene una enfermedad. 
 
Debemos tener bien claro que estar sano o saludable es un efecto, no una causa; y que para lograr esto debemos conectar con la Fuente de Luz para así obtener la energía verdadera de estar sano y saludable.
 
Todas las enfermedades son como una alarma, la cual nos está avisando que algo está mal en nosotros, desde un resfriado hasta un cáncer. Y cuando se manifiesta en nosotros, entonces es cuando empezamos a preguntarnos: ¿por qué me pasó esto a mí? Es quizá hasta entonces cuando empiezo a rezar y a conectarme con Dios o con la Luz para pedirle mi sanación. 
 
Los tres puntos importantes que afectan esta armonía entre cuerpo y alma son, por ejemplo, cuando nos rompen el corazón, cuando tenemos problemas de dinero y cuando hay alguna enfermedad. Espiritualmente, ¿por qué suceden estas cosas?  La Luz, como hemos dicho anteriormente, no nos castiga, son nuestras acciones y nuestros pensamientos los que hacen que nosotros vivamos una desarmonía. 
 
Nuestro cuerpo nos da esta oportunidad o desafío para aprender, para superarnos, para ser mejores personas y comprender lo que venimos a hacer a este mundo. Cuando nos conectamos nuevamente a la Luz podemos cambiar instantáneamente cualquier enfermedad o cualquier situación negativa en nuestras vidas. Nuestro trabajo es saber y entender qué debemos hacer o dejar de hacer.
 
Observa, pues, todas las señales que te da tu cuerpo y tu entorno; ve cómo esto trae una oportunidad para reconectarte con tu alma y con la Luz, que atrás del caos está la Luz para transformar y cambiar tu conciencia y crear una nueva realidad. 
 
Éste es un tema muy extenso, así que te invito a que nos veas en el próximo video donde explicaré la importancia del sistema inmunológico y para qué sirve: ¿qué significa sanar verdaderamente?, ¿qué es una enfermedad? y ¿qué es ser un sanador?
 
Edición y corrección de estilo: Lydia Flores Acuña