La filosofía milenaria del Feng Shui aporta una valiosa dimensión al diseño gráfico, centrando al ser humano dentro de su contexto social como pieza clave en el proceso creativo.
La unión del Feng Shui y el diseño gráfico da lugar a una composición equilibrada que respeta y promueve los principios fundamentales del Feng Shui: el respeto, la sensibilidad, el bienestar y la conexión del hombre con su entorno.
Originaria de China, la filosofía del Feng Shui, cuyo nombre se traduce como ‘viento’ (Feng) y ‘agua’ (Shui), busca armonizar las fuerzas opuestas presentes en nuestro entorno. Así, cielo y tierra, hombre y mujer, instinto e inteligencia, exterior e interior, lo material y lo espiritual se funden en una entidad unificada. Estos principios se basan en el libro de las mutaciones o I Ching, que constituye el fundamento de esta filosofía.
En su aplicación tradicional, el Feng Shui se utiliza en la arquitectura y el diseño interior para crear espacios equilibrados y energéticamente óptimos. Sin embargo, también puede aplicarse al diseño gráfico, sirviendo de guía en la creación de marcas, logotipos, publicaciones editoriales, sitios web y contenido para redes sociales.
Con su enfoque en la armonía entre el hombre y su entorno, el Feng Shui se puede aplicar en una amplia gama de campos que involucran al ser humano, desde la medicina y la arquitectura hasta el urbanismo y el diseño de interiores. A pesar de su reputación de misticismo y adivinación, el Feng Shui tiene un gran potencial para enriquecer el diseño gráfico y la mercadotecnia, proporcionando una estructura conceptual sólida que se puede aplicar en la práctica creativa y laboral.
La unión de estas dos disciplinas aporta armonía, estabilidad, seguridad y prosperidad, elementos que se buscan a menudo en un diseño creativo. Aunque el uso del Feng Shui en el diseño gráfico puede ser poco conocido en algunos lugares, su capacidad para aportar una nueva perspectiva y enriquecer la práctica del diseño es innegable.
El Feng Shui nace de la meticulosa observación de cómo el ser humano interactúa con su entorno. Su popularidad en Occidente alcanzó su pico en la década de los 90, cuando empezó a influir notablemente en la decoración y la arquitectura. Poco después, esta filosofía antigua encontró su camino hacia el campo de la comunicación visual, particularmente en el diseño de sitios web.
El propósito era optimizar la funcionalidad de los sitios web y maximizar el flujo de Chi positivo, una meta que muchas empresas de diseño web que siguen los principios del Feng Shui se esfuerzan por alcanzar. Además, el Feng Shui también ha encontrado aplicaciones en el diseño de videojuegos y, en algunas ocasiones, en la creación de marcas.
Yin/Yang
Chi
Bagua
Ocho trigramas
Cinco elementos y sus ciclos
El diseño gráfico es un campo en constante evolución, lo que hace que su definición sea un desafío, incluso su origen es tema de debate hasta el día de hoy. Jessica Helfand, una reconocida diseñadora y escritora estadounidense, lo define como «un lenguaje visual que combina armonía y equilibrio, luz y color, proporción y tensión, forma y contenido. Pero también es un lenguaje idiomático, un lenguaje de signos y juegos de palabras, símbolos y alusiones, referencias culturales y deducciones perceptivas que desafían tanto al intelecto como a la vista» (Bierut, Helfand, Heller, Poynor, 2001, p.18).
Para que el proceso de diseño sea efectivo, es fundamental que el diseñador domine y comprenda el lenguaje visual, la comunicación, la percepción, la gestión de recursos económicos y humanos, las tecnologías, los medios, entre otros aspectos.
El lenguaje visual en la composición gráfica se refiere a los principios y normas que se utilizan para organizar visualmente los elementos dentro de un espacio. Existen elementos principales que teóricamente contribuyen a establecer las reglas de composición, como la figura, la forma, el formato, el color, el valor, el espacio, la textura y la perspectiva. Todos estos interactúan para buscar énfasis, equilibrio, proporción, ritmo, armonía, contraste, movimiento, variedad, unidad y composición, que son las principales fuerzas generadoras.
En este contexto, se consideran palabras o frases clave tanto del Feng Shui como del diseño gráfico. La comparación entre ambos se centra en aquellas que están principalmente relacionadas con los elementos básicos del lenguaje visual y la composición de un mensaje.
Armonía de objetos en un espacio específico / Composición en un espacio visual
Teoría del Yin y Yang / Simetría (elementos contrastantes pero necesarios, organizados de manera específica)
Concepto del Yin Yang como todo y nada / Figura-Fondo (una totalidad y complementación)
Yin Yang / Equilibrio (dos energías vitales que parecen opuestas pero son complementarias)
Atracción del Chi / Peso visual (uso de la fuerza de atracción ocular a través de varias características visuales)
Lo Shu / Regla de tercios (posicionamiento de objetos en un espacio específico)
Bagua / Estructura (retículas para organizar y justificar elementos visuales en un espacio)
Línea / Línea (delimita contornos)
Forma / Forma
Percepción de formas favorables y desfavorables / Ley de la buena forma (formas geométricas)
Uso sensible del color / Denotación y connotación cromática
Colores básicos / Colores primarios
Aplicación del color / Armonías cromáticas
Feng Shui en exteriores (entorno) / Contexto (interacción entre el usuario y el mensaje)
Los criterios para diseñar con base en los principios del Feng Shui se alinean con las conclusiones derivadas de las analogías realizadas. Estos preceptos apuntan al proceso compositivo de un mensaje y se presentan en dos categorías: principios teóricos y principios formales. La primera categoría destaca la relevancia de aplicar leyes y principios para una composición; en cambio, los principios formales se enfocan en cómo se utilizarán los elementos.
La composición debe reflejar armonía, interpretada como la disposición correcta de los elementos en lo que se refiere al espacio.
Debe tener una función comunicativa.
Debe estructurarse siguiendo los principios compositivos que enfatizan el equilibrio y la armonía.
Al usar los elementos fundamentales para la creación de un mensaje visual (forma, color, tipografía, imagen, formato…), la organización de estos elementos en una futura composición se basará en las estructuras del Bagua y Lo Shu, así como en la teoría de los cinco elementos, sin comprometer la funcionalidad del diseño.
Se utiliza el recurso del fondo para enfatizar el concepto de dualidad, que es importante en el yin y yang.
Debe cumplir con la ley de la unidad, donde los elementos se complementan adecuadamente en el espacio.
El uso de la simetría destaca el equilibrio de las energías contrastantes, abordando el objetivo principal de yin y yang.
El equilibrio es un recurso compositivo esencial en la aplicación.
La atracción del Chi hacia un diseño depende del uso correcto del color, forma, tamaño, ubicación e intención, condicionando así la fuerza de atracción.
Se usa la cuadrícula Lo Shu o Bagua para la distribución de los elementos en una composición.
Se toma en cuenta la responsabilidad y conciencia al diseñar para minimizar el impacto ambiental, ya que el Feng Shui promueve el equilibrio armónico entre el hombre y la tierra.
El Feng Shui, a pesar de tener directrices muy específicas para su aplicación, no limita la creatividad en el diseño. De hecho, diseñar con Feng Shui es una alternativa funcional.
El diseñador gráfico sigue siendo responsable de la interpretación del mensaje y de potenciar su creatividad.
Se utiliza la composición clásica para reforzar los conceptos de estabilidad, equilibrio, armonía, ritmo y simetría que son fundamentales para el Feng Shui.
Al realizar un análisis de los principios teóricos y filosóficos del diseño gráfico en conjunto con el Feng Shui, se encuentran conexiones a nivel sintáctico, semántico y pragmático. Esto se debe a que ambos comparten el uso de formas y estructuras, sin olvidar su significado con relación al contexto. Estableciendo estas relaciones análogas, se define una serie de pautas que condensan las similitudes útiles para ser aplicadas objetivamente en el diseño gráfico. Esto se hace como un recurso para la construcción de mensajes visuales, sin descuidar el objetivo principal de esta disciplina: el equilibrio para lograr la armonía, principio que también es recurrente en el diseño de mensajes visuales.
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