KARLA GUINEA

Meditaciones para Sembrar

La primavera ya está aquí, trayendo consigo el momento perfecto para sembrar. Sin embargo, nuestro enfoque es único: nos dedicamos a sembrar semillas de un tipo especial, aquellas que florecen en el jardín interior de nuestro ser. Este es un tiempo para nutrir y cuidar esas intenciones y deseos profundos que residen en nuestro interior, permitiéndoles brotar y crecer con la nueva estación.

La palabra renovación en hebreo se dice hitchadshut, הִתְחַדְּשׁוּת, y su raíz viene de Jodesh, חדש, que significa mes. La renovación indicia la acción de dar nueva energía a algo o transformarlo. Y es en cada Luna Nueva que se obtiene esta esencia de la renovación, ¿y por qué no en Luna Llena? porque en la Luna Nueva es en donde se da la fase de crecimiento.

Esta próxima primera Luna Nueva ¿por qué le llamo la primera Luna? porque con el signo de Aries comenzamos un nuevo ciclo astrológico que dentro de la Kabbalah le llaman el mes de Nisán, mejor conocido como la cabeza de los meses. Nisán es el mes más importante del año, ya que indica inicios, tal como podemos verlo sucede con la primavera.

Para conocer un poco más de que se trata esta energía te cuento que Nisán en hebreo se escribe נִיסָן (Nun Yud Samej Nun). Dentro de esta encontramos que las letras Nun y Samej forman la palabra milagro, en hebreo se dice Nes, נֵס. Por lo tanto, este mes de Nisán el cual inicia en la Luna Nueva de Aries es el milagro de la abundancia divina, representado por el despertar de la naturaleza, el alimento surgiendo de la tierra.

Además, en el Éxodo 12:2 dice: «Este mes (el mes de Nisán) será para vosotros el primero de los meses”.

Adicionalmente, el nombre Nisán viene de “nitsán”, que en hebreo significa florecer, y es en este período que los árboles comienzan a producir hojas verdes y flores. Por esta razón, el mes de Nisán fue asignado como el primer mes del año, el mes en el que obtenemos el gran milagro de la liberación.

En Deuterenomio también se le llama Mes de Aviv, aunque no debiera llamarse así, ya que es una mención para referirse al tiempo de la primavera, y al comienzo de la cosecha. La palabra aviv, אביב (Alef Bet Yud Bet), que significa primavera, contiene las letras Yud Bet que forman la palabra padre, av, יב, con un valor numérico 12, es decir que Nisán es el padre de los 12 meses.

Si volteamos al Cielo podremos ver, que en esta Luna Nueva, la Tierra y el Sol se alinean en una conjunción astronómica; y esta es muy especial, ya que como vimos encabeza todos los meses del año.

Los Maestros nos dicen que en este inicio sembremos una semilla nueva. Dentro de cada semilla hay información y tenemos 30 días —que es lo que dura esta energía— para colocar la información que deseamos durante el año que inicia en este ciclo. Es el Año Nuevo Solar, ya que es el Principio del Año Solar. Y tiene la esencia de la clemencia y en la liberación, simbolizando la “libertad de hablar” que es la corrección de nuestra forma de expresión a través de la palabra.

Son 12 días para meditar, los cuales corresponden e influencian directamente en cada uno de los 12 meses del año. Por ejemplo, el primer día de Aries corresponde al mes de Aries, el segundo día a Tauro, el tercer día a Géminis, y así sucesivamente. ¿Por qué es importante saber esto? Porque como pienses y actúes en estos 12 días afecta la forma y el futuro de los meses que vienen.

En cada uno de estos 12 días de Aries se presenta la oportunidad de vencer lo que sea que esté normalmente bloqueándote de recibir la realización que deseas y mereces. La forma en que respondas a las pruebas de los primeros 12 días afecta el resultado de cómo experimentarás el año solar entrante. En términos generales, sé tan proactivo como sea posible y familiarízate con los tipos de desafíos que estarás enfrentando.

Después de estos 12 días entraremos al inicio de un trabajo personal que dura 7 semanas, conectando y sintonizando con 49 dimensiones y atributos, con la carga energética necesaria para llevar a cabo una intensa purificación de nuestro ego. Durante estos días, podemos subir de peldaño en peldaño hacia una pureza más elevada. Estos nos van a enseñar cómo recuperar el control sobre nuestras emociones, pensamientos, sentimientos, palabras y actos.

Todo ello, con el fin de purificar nuestra personalidad para poder llegar a ser la expresión viva del AMOR INCONDICIONAL HACIA TODA VIDA.