KARLA GUINEA

Los 4 Arquetipos en Blancanieves

La Casa de Disney en México, fue el Cine Continental, cuando yo era pequeña ahí sucedía toda la magia. Blancanieves, Cenicienta, la Bella Durmiente… por lo menos estas tres seguro que las vi ahí, mi madre recuerda que siempre nos llevaba. Mi hermano, que es un año y medio menor que yo, en algunas ocasiones no aguantaba el miedo que le causaba algún personaje y nos teníamos que salir. Ahora, con todo lo que he visto sobre los personajes de Disney entiendo perfecto a mi hermano — ¡y claro! —, qué miedo ha de haber sentido el pobre.

Todos vimos, y vemos, películas en donde nos identificamos; entre Disney y Marvel tenemos bastante… pero bueno, el punto aquí importante es llevar esto a un análisis en nuestra vida para que podamos ver si continuamos estancados en un arquetipo y este nos limite inconscientemente en nuestros pensamientos, emociones y acciones, o nos liberamos de ellos para sanar.

Dentro de una sanación se utilizan infinidad de herramientas para ayudar a eliminar aspectos conscientes o inconscientes en nuestra psique. Es muy conocido que cuando los llevamos al consciente es mucho más fácil de eliminar o cambiar, según sea el caso.

El tema aquí son los arquetipos, voy a entrar únicamente en el de Blancanieves por el momento, y entro en este tema porque fue uno de los aspectos que movió la Luna Llena de Septiembre y es valioso sanarlos a nivel personal y familiar.

Quiero mostrarles este interesante análisis de la película de Blancanieves el cual nos presenta más de un arquetipo con el cual podemos trabajar y créanme que cuando comiencen a leerlo se sentirán identificados (as) en alguno de ellos.

BLANCANIEVES es joven, bella, creyente, sacrificada, dulce, inocente, y delicada; adjetivos que refuerzan la naturaleza femenina como parte del hogar y desarrollo personal. Es perfeccionista en las tareas del hogar, por lo tanto, un ángel del hogar. Vive por y para su casa, sus tareas y los enanitos (sus hijos), por consiguiente su vida marca el rol perfecto de buena madre y buena esposa. Aquí se muestra que la esencia femenina se reduce a las tareas domésticas como parte de la naturaleza femenina. Además, es evidente que ama lo que hace, en ningún momento rechaza ese rol, lo hace con alegría, y lo disfruta cantando. Barre, limpia y recoge en una casa que ni la conocen y no espera nada a cambio, bueno solo dormir un poco. Su naturaleza determina sus obligaciones, las labores en el hogar, la cual está implícitamente impuesta por su sexo. Evidentemente, no muestra ninguna capacidad intelectual o de raciocinio, digamos que eso no tiene ninguna importancia. Simplemente, asume su rol y no opone resistencia alguna, en sus manos no está el poder liberarse, es el príncipe azul el que debe rescatarla.

Lo que más anhela, y vemos al inicio el pozo de los deseos, es un hombre en su vida, pero este es el que debe encontrarla y rescatarla del castillo de su horrible madrastra, necesita y desea a un hombre que actúe como redentor y la salve. Por suerte, el príncipe acude enseguida a su llamada de auxilio. El amor surge al instante, y por supuesto que durará toda la vida.

En las primeras películas de Disney siempre que se enamoran lo hacen para siempre, representa el arquetipo del amor romántico, en roles dominante-pasivo. Esta idea de un amor trascendente, que va más allá de los sentimientos, es algo mágico.

De la misma manera, asume el rol de madre, como vimos antes. Limpia la casa, hace la comida, les indica cuándo tienen que lavarse, y les regaña si no lo hacen, todas estas, acciones que dependen de las personas encargadas de su educación. Los enanitos aprueban que entre una desconocida en su casa, que la limpie y se someten a sus órdenes como lo haría cualquier hijo o hija. Pero tenemos a Gruñón el cual muestra una claro rechazo por ella, y nos hace ver que ese rechazo es por todas las mujeres, a las que califica de “veneno, llenas de remilgos femeninos” o afirmando que “si doblegan un poco lo dominará todo”. A pesar de todo lo que dice a la mañana siguiente, Gruñón acaba cayendo a su cariño y dulzura, y probablemente a la ayuda de Dios, ya que Blancanieves reza para que el enanito la acepte.

Creemos que solo las mujeres entran en estos arquetipos — ¡pero no! —, aquí tenemos el arquetipo masculino, el príncipe azul.

EL PRÍNCIPE ENCANTADOR, primero no tiene nombre y solo aparece dos veces, al inicio y al final. Tiene una gran destreza física y es el estereotipo del hombre perfecto: varonil, heterosexual, rico y sabe cómo conquistar y tratar a una mujer. Es el hombre de verdad, el prototipo ideal y al que todos los hombres deben tender, es el que conquista y no pregunta. Por supuesto que la mujer debe huir al principio, o hacerse la difícil, para que no se piense que es una “mala mujer”, se da a desear.

La virilidad es el requisito principal. El príncipe es un hombre en el poder, con poder y de poder, posee un palacio, libertad de movimiento y acción, lo cual le da éxito en su vida. El príncipe vence la maldad del mundo y como premio tiene a la princesa.

Simboliza a un héroe redentor que lucha contra todos los obstáculos que se le presentan con tal de conseguir el amor de su amada. Es el que restaura la paz y devuelve el equilibrio al mundo, la cual fue destruida por una “mujer malvada y ambiciosa”. Esto lo hace poseedor de la verdad última y de la capacidad de restablecer el bien siendo para ello necesario el enfrentamiento físico y la demostración de sus habilidades de lucha.

Este estereotipo es del hombre superior y lo tiene que demostrar, para ello los símbolos de físico musculoso, arma, agilidad y fuerza.

Otra más interesante y que creo podemos tener todas las mujeres, pero muy escondido es la bruja malvada.

BRUJA MALVADA y madrastra de Blancanieves. Mujer de carácter rígido y frío. Su perversidad está presente desde el primer minuto, podemos ver un poco de inseguridad y baja autoestima, ya que es ella quien aparece en la primera escena, y en esta interroga al espejo mágico sobre su belleza. Los colores usados dentro de este personaje son interesantes: el negro, se asocia a la oscuridad y, por tanto, a la no pureza del alma, a lo tenebroso y diabólico. El verde se relaciona con la magia negra. El rojo, el cual sirve para marcar los labios, se relaciona con el deseo y la sangre, con el líquido vital y, pues, con la idea de la muerte y del asesinato, por lo que no es casual que la manzana también sea roja. Y tenemos al color violeta, que puede relacionarse con transformación, el feminismo y el empoderamiento y la libertad femenina.

Las malvadas son brujas que dominan la magia negra, siempre solteras, no buscan ni sienten atracción por ningún hombre, evocan una imagen del femenino poderoso que resulta potencialmente castradora. La mujer poderosa es peligrosa; sin embargo, la mujer pasiva, aquella que espera a su redentor y ve su vida pasar sin tomar decisiones importantes por sí misma, es la verdadera mujer, la plenamente femenina. Por lo tanto, el binomio mujer-poder es peligroso para los hombres, ya que una mujer con poder es inmediatamente malvada y utilizará su poder contra los hombres para que no ser sometida.

La mujer poderosa es marginada y debe ser eliminada, la malvada madrastra de Blancanieves pregunta a su espejo sobre su propia belleza. El espejo, claramente, es una figura masculina lo cual nos hace ver que las mujeres deben conformar su propia existencia de acuerdo a la opinión de los hombres, y sin duda alguna es el mismo espejo quien pone en contra a las mujeres.

La película nos muestra a la mujer como un objetivo que vive para servir al hombre, física y visualmente, para ser contemplada y admirada, para no hacer nada; y si se les encierra o se les confina, no ofrecen ningún peligro, solo cuando infrinjan estos estereotipos son relegadas al papel de malvadas. La malvada madrastra pudo ser una joven delicada y frágil que trató de empoderarse y con ello tener mayor independencia en su propia vida, pero en el camino se aleja de la verdadera feminidad y es convertida en una mujer fría y sin sentimientos, perversa, malvada, embrujada, sola, mezquina, egocéntrica y posiblemente más libre que Blancanieves.

Se configura el binomio mujer-poder como algo negativo y la fealdad asociada a la maldad. Cuando se convierte en una anciana deja atrás a la fría reina malvada y revela su verdadera esencia, aquella embustera, mentirosa y senil mujer. No es bella y, por lo tanto, su propia naturaleza es malvada siendo un reflejo de su interior.

Y porque no rematemos con el cazador:

EL CAZADOR (aliado del mal) villano que se diferencia de la malvada por el poder que posee, pues es un simple brazo ejecutor de la maldad femenina. Es un secuaz que realiza las acciones que le son ordenadas por la malvada bruja.

El cazador de Blancanieves asimila su papel a la perfección, representa la simplemente por su trabajo, es un cazador, una tarea que desde los primeros tiempos de la humanidad fue entregada a los hombres y que es la esencia de su virilidad. Al ser cazador debe estar en buena forma física. Pero debido a que solo está cumpliendo órdenes, de la “celosa y loca” malvada bruja, al final se apiada de Blancanieves, quedando encantado por su belleza y encanto. La belleza de Blancanieves es tan pura que es capaz de arriesgar su propia vida.

Los villanos se alían con la mujer malvada, puede ser por miedo o bien porque esta puede ofrecerles riquezas, pero es ella quién verdaderamente controla. La capacidad intelectual de ellos es nula, son presentados como seguidores del mal, y debido a su escasa inteligencia, no son conscientes de lo que están haciendo. Seguir o estar con una mujer malvada es algo impensable para alguien cuerdo, por lo que solo serán hombres sin inteligencia o bien que estén siendo manipulados.

Estos los puedes sanar en una sesión de sanación. Si estás interesado (a) no dudes en ponerte en contacto.

¡Brilla Siempre!

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